De idea a producto

¿Cómo pasamos de una idea a un producto en nuestras manos? Como siempre os queremos dar nuestra perspectiva sobre el tema. Es un tema que hemos abordado en nuestro episodio 7 de nuestro podcast del que puedes encontrar la transcripción aquí. Aún así, este sería el resumen.

1. Encuentra la idea, o deja que la idea te encuentre a ti. Este tema merece un podcast entero para él solo, pero asumiremos que encontraste la inspiración mientras trabajabas, practicabas tu hobby favorito o quién sabe… quizás en un sueño. ¿Y ahora qué?

   

2. Investiga y define tu idea. Busca información relativa a tu proyecto, lo primero para saber qué existe y qué no existe, cuales serían tus competidores o si hay patentes relacionadas con tu idea. Mientras, empieza a definir tu idea con más detalle; ¿Qué tipo de forma tiene? ¿Quién lo usaría? ¿Cómo lo usaría? ¿Qué ventajas tiene?

   

3. 1. Ahora es cuando empiezan las opciones. Lo más habitual, aunque no es lo que nosotros recomendamos, es proteger tu idea mediante una patente o modelo de utilidad. Una vez tienes la protección puedes decidir hacer un prototipo y seguir adelante con tu idea o intentar venderla directamente (aunque puede que te pidan una infografía o prototipo para poder evaluar la idea mejor).
   2. Nuestra recomendación es que hagas un prototipo antes o mientras haces la patente. Hicimos una lista de ventajas que esto tiene que puedes encontrar aquí. Básicamente te ayudará a saber si tu idea funciona, la acabará de definir e, incluso, puedes ahorrar costes.

      

4. En ambos casos, puedes decidir vender la idea en este momento. Otra opción que tienes es seguir siendo el dueño de tu producto y proceder con un diseño para la industrialización. Ahora hay que definir como se producirá y venderá. Igualmente, es un buen momento para empezar a preparar posibles campañas de marketing o crear la web, por ejemplo.

   

A partir de aquí ya es ver la reacción del público… y esperar, pero observando cómo mejorar la cadena de producción y el producto. Con una idea nunca estarás de brazos cruzados. Eso sí, siempre tienes la posibilidad de vender la idea ahora que ya tienes una demanda establecida y los métodos de producción listos, lo que incrementará con creces su valor.